El día después...

Hola... esta es la bitácora de un bipolar, por ende no debes sorprenderte de los cambios sorpresivos de contrastes, un día es blanco, otro es negro.... quizás nunca sea gris.

He logrado estar varios meses bien, tranquilo, con pequeños matices que no han sido duraderos. Sin embargo todo estaba previsto, comienza el camino cuesta abajo de nuevo, comienza el retroceso de un largo camino recorrido, comienza la vuelta a la realidad, mi realidad.

Despertar de un sueño aveces es tranquilizante, otras desesperante, muchas veces es intrigante, así es, es inevitable la pregunta ¿Que ocurrirá ahora?. En realidad no creo que ocurra mucho más de lo que tiene que ocurrir, siempre es así, yo diría completamente A G O T A D O R.

En mi equipaje cargo todo lo que he sido a través de todo lo que no he podido deshacer. Estoy seleccionando las canciones que guiarán mi funeral. He sido el único amigo que ha permanecido hasta el final y no cargaré más con todo ese equipaje... (esa es parte de una canción que en este momento me cae directo, dedicada de mi para mi).

Salidas rápidas!! En este minuto quedan salidas rápidas, anestecia para las heridas, anestecia que calme el dolor hasta que la pudrición de las heridas carcoman toda la carne y todo se transforme en polvo, polvo que volará por el aire hasta desaparecer y mezclarse con la tierra, en donde jamás será recordado y permanecerá inerte hasta que el planeta estalle en mil pedazos, momento en el cual podrá volar hasta otro planeta y quizás volver a evolucionar.

C U L P A B L E!!! Me declaro culpable ante todas las imputaciones, soy culpable de mi propio destino, de mi propio estado de ánimo y del final. Como culpable me condeno, a reventar contra el pavimento, sin noción del tiempo, sin conciencia, me condeno a ser escupido en el pavimento por todos los infelices que se alegrarán con mi muerte, me condeno a no ser recordado y a no despertar más.

Me dejaré conducir por la anestecia, caminaré incociente por las calles hasta que llegue el minuto final, recorreré cada rincón por los cuales caminé algún día conciente y con esperanzas. Maldiciré cada recuerdo hasta que mis ojos sangren de ira, no dormiré hasta sentir como el pavimento hace explotar mi cabeza que en algún minuto sirvió de algo. C A E R E!!!

En el minuto del golpe final me iré con una sonrisa, por fin lo habré logrado. Al final de un tan largo camino de altos y bajos, de dichas y desdichas, de esperanzas y desilución, logré encontrar el final del camino, es el final del camino y a 2 centimentros entre mi cabeza y el pavimento reiré fuertemente por que al fin y al cabo logré lo que quería, EL FINAL.